El cliente de un restaurante tuvo la mala suerte de haber sido el blanco para esta ardilla que reclama algo de comida. Al parecer el establecimiento se encuentra construido dentro del territorio que corresponde a las ardillas entonces no habría por qué sorprenderse de ver una o varias moviéndose rapidito por ahí. Lo gracioso de esta ardilla es que no le importa que el hombre trate de ahuyentarla, ella sigue robando la comida o al menos eso intenta y parece que logra sacar algo. Si se encuentran dentro de su territorio parece que es lo menos que podrían hacer por estos animalitos o existe la otra opción de tener que soportar su insistencia.
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